Teníamos mucha ilusión de poder contar está pequeña historia. La historia de "Colores y Sonrisas". ¿Por qué? Porque hay que transformar lo gris y monótono, lo que siempre es igual por norma o costumbre, y cambiarlos por colores brillantes y diferentes para conseguir felicidad y sonrisas . ¡Admitir que somos diferentes, nos hace felices! Teníamos un muro y, como sabéis, muchas ganas e ilusión para ir convirtiendo (en la medida de nuestras posibilidades) al Blas en un pequeño país de las maravillas en todos los sentidos. Aunque hay muchos muros que piden colores, el murete del arenero de infantil fue el que se presentó voluntario. ¡Ale! Primero a pintar de blanco todo el muro y dejar listo nuestro lienzo improvisado. Con la idea impresa (muy bien asesoradas por profesionales) y un pincel en gris fueron apareciendo estos graciosos personajes. ¡Estos momentos creativos siempre son mágicos!... ¡Y comenzamos a jugar! Pinceles en guardia!